Efectivamente, la calabaza se consume con regularidad en las ‘blue zones‘
Mucho se ha hablado últimamente sobre las zonas azules del planeta y sobre su conexión con ciertos alimentos como la crema de calabaza. Nosotros hemos investigado un poco por nuestra cuenta y, efectivamente, la calabaza es una hortaliza muy presente en regiones como Okinawa, Costa Rica (cuya alimentación se basa en las famosas ‘tres hermanas‘, es decir, fríjoles, maíz y calabaza) Cerdeña, la Galicia interior, o Icaria (Grecia). ¡Bingo! Como habrás adivinado, todos estos lugares comparten el mayor número de centenarios por habitante del planeta. Por cierto, en Celanova (Ourense), no solo hay gente que llega a los 100 años. Algunas calabazas también alcanzan . . . ¡los 100 kilogramos!
Evidentemente, no te estamos diciendo que vayas a vivir 95 años del tirón si consumes con regularidad crema de calabaza. Lo que sí te podemos asegurar es que no puede ser más sana y que está buenísima. Además, en cualquier leyenda siempre hay parte de verdad. Por eso ya te adelantamos que la cantidad de antioxidantes que vas a ingerir con una crema de calabaza es muy elevada. El betacaroteno, las vitaminas A, B y C, o el propio magnesio, que actúa como modulador, son responsables de potenciar sus efectos antioxidantes. Además, es un producto 100% cardiosaludable, fácil de preparar y barato de adquirir. ¡Vamos, un 10!
No hemos nombrado a otro alimento cardiosaludable por excelencia. Ya te imaginas cuál es, ¿no?. Pues bien, que sepas que nuestra receta, como no podía ser de otra manera, lleva aceite de oliva virgen extra picual.
¿Cuáles son los principales beneficios de la crema de calabaza?
1. Calor Reconfortante en Cada Cucharada:
El invierno a menudo trae consigo temperaturas gélidas, y nada supera el placer de tomar una crema de calabaza caliente para combatir el frío. Esta deliciosa sopa no solo proporciona calor físico, sino que también genera una sensación de confort y bienestar, envolviendo a quienes la disfrutan en un abrazo cálido que contrarresta el ambiente invernal.
2. Nutrientes para Impulsar el Sistema Inmunológico:
La calabaza, ingrediente estrella de esta crema, es rica en nutrientes esenciales. Entre ellos se encuentran la vitamina A, la vitamina C y el zinc, que son conocidos por desempeñar un papel clave en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Durante el invierno, cuando las enfermedades estacionales son más comunes, disfrutar de una crema de calabaza puede ser una estrategia deliciosa para impulsar las defensas del cuerpo.
3. Fibra para la Saciedad y la Digestión:
La calabaza es una excelente fuente de fibra, un componente esencial para la salud digestiva. La fibra proporciona sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso durante los meses de invierno, cuando a menudo buscamos comidas más sustanciosas. Además, favorece una digestión saludable, ayudando a mantener el sistema digestivo en buen funcionamiento.
4. Antioxidantes para Combatir el Estrés Oxidativo:
Como decíamos antes, la calabaza contiene muchos antioxidantes, como los carotenoides, que combaten el estrés oxidativo en el cuerpo. En invierno, cuando la exposición al sol puede ser limitada, los antioxidantes desempeñan un papel importante en la protección de las células contra los daños causados por los radicales libres, contribuyendo así a mantener la salud celular.
5. Variedad de Nutrientes Esenciales:
Además de los beneficios mencionados, la crema de calabaza a menudo se prepara con ingredientes adicionales que enriquecen su perfil nutricional. Cebollas, ajo, zanahorias, aceite de oliva virgen extra y hierbas aromáticas son comúnmente utilizados, agregando vitaminas, minerales y antioxidantes adicionales a la mezcla, ofreciendo así una combinación de nutrientes esenciales para el bienestar general.
Receta de la crema de calabaza por Bronze & Mora
Ingredientes:
1º) Una calabaza mediana (aproximadamente 1,5 kg), pelada, desechadas las semillas y cortada en trozos.
2º) Una cebolla grande, picada.
3º) Dos zanahorias, peladas y en rodajas.
4º) Dos patatas medianas, peladas y en trozos.
5º) Dos dientes de ajo, picados.
6º) Una cucharadita de jengibre fresco rallado.
7º) Cuatro tazas de caldo de verduras (o más, según la consistencia deseada).
8º) Media taza de nata para cocinar (opcional, para un toque más cremoso).
9º) Dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
10º) Sal y pimienta al gusto.
11º) Una pizca de nuez moscada (opcional, para aromatizar).
Instrucciones:
1º) En una olla grande, calienta el aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo, y saltea hasta que estén bien dorados.
2º) Añade la calabaza, zanahorias y patatas a la olla. Cocina por unos minutos para que las verduras se mezclen bien con los aromas.
3º) Vierte el caldo de verdura sobre las verduras salteadas. Asegúrate de que las verduras estén cubiertas, y ajusta la cantidad de caldo según la consistencia que prefieras en tu crema de calabaza.
4º) Agrega el jengibre rallado, sal y pimienta al gusto. Si deseas, también puedes agregar una pizca de nuez moscada para realzar los sabores.
5º) Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego. Cocina a fuego lento hasta que las verduras estén tiernas, aproximadamente unos 20-25 minutos.
6º) Utiliza una licuadora o túrmix para procesar la mezcla hasta obtener una crema suave.
7º) Si prefieres una crema más cremosa, agrega la nata para cocinar y mezcla bien.
8º) Prueba la crema y ajusta la sazón según sea necesario.
9º) Sirve la crema de calabaza caliente, decorando con hierbas frescas al gusto (hojita de perejil, cilantro, etc.), semillas de calabaza tostadas o algún fruto seco que te guste.
¡Disfruta de esta reconfortante crema de calabaza, perfecta para los días frescos del invierno!